Resulta curioso que un simple carbón sea la materia que da lugar a una de las piedras preciosas más hermosas y complejas que existen en la naturaleza, formada con carbono como material.
El mismo material del que están hechas las minas de los lápices -pero bajo formidables presiones-, en lo más profundo de las entrañas de la tierra -entre los 130 y 200 kilómetros de profundidad- y soportando a su vez enormes temperaturas -3.700 grados centígrados- durante millones de años; este es el gran secreto de tan maravillosa piedra. Por consiguiente, y debido a estos factores, todos los diamantes entre sí son dispares, diferentes; cada diamante es una gema o piedra preciosa única.
La naturaleza ha tenido que trabajar millones de años para crear un diamante. Si nos acogemos a cálculos de geólogos, físicos y químicos, la madre naturaleza creó el primer diamante hace dos mil quinientos millones de años y se calcula que el último hace “tan sólo” cuarenta y cinco millones.
Otra característica única de los diamantes es su dureza: el diamante es el material más duro que se encuentra en la Tierra; no se conoce -a día de hoy- otro material más duro que éste. En la escala de dureza que sirve de referencia a la Física, el diamante alcanza su valor más alto: diez. Para poder tallar un diamante es imprescindible otro diamante; el único material que puede cortar o tallar un diamante es otro diamante. De ahí, su nombre, que proviene del griego Amamantem o Ademas, que se traduce como “indestructible”.
Los diamantes se empezaron a utilizar como ornamentación en la época de los romanos y, paralelamente, en la India, y no anteriormente, como otras piedras preciosas y semipreciosas. Losromanos los encastaban en anillos de hierro, y era un símbolo de poder y de grandeza de cuya posesión pocos podían vanagloriarse debido a su elevado coste. Debemos intentar imaginar por unos momentos el idealismo de aquellas civilizaciones que, al encontrar un diamante, no supieran explicar su dureza y la transparencia de esa gema tan inaudita y rara de encontrar. Para esas civilizaciones y para la nuestra, ha sido y es una de las piedras preferidas y una de las más carismáticas y hermosas que la naturaleza nos ofrece.
El primer dato escrito sobre un diamante se halla en el Libro del Éxodo, aproximadamente en el año 1.447 AC, donde se hace referencia al pectoral que llevaba Aaron -sumo sacerdote judío y hermano de Moisés- con 12 piedras diferentes, cada una de las cuales identificaba a un pueblo o tribu judía.
Al pueblo de Gad se le identificó con el diamante, color transparente, el yahalom, “el que no se puede aplastar”. Lo podemos encontrar en Éxodo 28:2, Revelación, Capítulo Cuatro PT 60-1231 184. Aunque, para ser honestos, dudo de que se tratara realmente de un diamante, ya que, según el mismo Libro del Éxodo, el yahalom o diamante estaba grabado como el resto de las 12 piedras: con el nombre de cada tribu judía. Los diamantes no se empezaron a tallar hasta bien avanzado el siglo II de nuestra era, por lo que deberíamos otorgar escasa credibilidad a que ciertamente se tratara de un diamante. Lo más probable es que fuera un cuarzo. Además, las grandes proporciones que el mismo libro describe -6 x 4 centímetros- resultan aún más inverosímiles, si cabe.
Tenemos que remontarnos hasta el año 70 ó 75 de nuestra era paraencontrar el primer dato escrito fidedigno y realmente fiable sobre los diamantes: el libro 37 de Naturalis Historia, sobre Mineralogía, escrito por Plinio el Viejo, donde hace referencia a todas las características tan extrañas y particulares de los diamantes.
Como curiosidad: aunque el diamante tiene un precio bastante superior a la esmeralda o el rubí, en realidad estos últimos son bastante menos abundantes en la naturaleza que los primeros. No obstante, para poder obtener un único quilate de diamantes, 5 gramos, aproximadamente, se necesitan más de cien toneladas de fango y, a su vez, sólo se utiliza para joyería uno de cada cuatro diamantes obtenidos; el resto es desechado y utilizado para uso industrial, y más del 60% de un diamante se desperdicia al tallarlo.
Podríamos catalogar la producción de diamantes por fechas como:
Desde el año 800 a.C. hasta el 1725 d.C., con India y Asia como principales productores de diamantes.
Desde el año 1725 hasta el año 1870 -a partir de los descubrimientos de yacimientos en Brasil-, Sudamérica es el líder en producción de diamantes.
Desde el año 1870 hasta la actualidad, la hegemonía es de África; todo empezó con el inicio del descubrimiento en Sudáfrica de los yacimientos Kimberley.
En artículos posteriores sobre diamantes trataremos de despejar la gran duda respecto a qué diferencia existe entre un diamante y un brillante, y analizaremos sus otras cualidades: sus tallas, peso, pureza, color, etc. No pasaremos por alto las leyendas y el culto esotérico de los mismos, y haremos mención al Top 10 en la historia de los diamantes.
Y no dejaremos a un lado el muy conflictivo tema de los diamantes de sangre, que subvencionan las terribles guerras endémicas en el África del siglo XXI.